Sola, otra vez, pensando en aquella boca roja que me mordió,
dentro de mí ya siento despertar al animal que quiere comer.
Tengo hambre, tengo sed.
Salgo de casa con la clara intención de arañar la eternidad,
pero nunca encuentro nada, solo mucha insatisfacción.
Tengo hambre, tengo sed.
No lo tengo claro, desde que te fuiste vino ese animal,
mi naturaleza ha cambiado y ya no se qué soy.
Dentro de mí yo siento despertar al animal que quiere comer.
Tengo hambre, tengo sed.
No lo tengo claro, desde que te fuiste vino ese animal,
mi naturaleza ha cambiado y ya no se qué soy.
No lo tengo claro, desde que te fuiste vino ese animal,
mi naturaleza ha cambiado y ya no se qué soy.